El análisis del historial registral de la propiedad es de suma importancia por cuanto revela el origen de todos los movimientos relacionados con el bien, se verifica que hayan sido conforme a derecho y que no presentan inconsistencias que representen un riesgo para el comprador.
En el caso de que el propietario registral sea una persona física, es necesario corroborar que la identidad del vendedor coincida con los datos del propietario que aparecen en certificación de la propiedad emitida por el Registro Nacional. En el caso de que el propietario registral sea una persona jurídica, es necesario contar con los acuerdos de asamblea que autoricen la venta del bien de acuerdo a las condiciones pactadas por las partes y que el representante legal de la sociedad ostente la capacidad para llevar a cabo el negocio.
Es importante verificar que la información del número de plano, localización, medida y linderos que se muestran en el plano coincida con el estudio registral de la propiedad y no presente inconsistencias. De igual forma, cualquier anotación que recaiga en el plano se debe contemplar para asegurarse que no afecte la integridad de la información.
Mediante una orden judicial, se puede anotar en una propiedad diversas situaciones como juicios pendientes y embargos. Las servidumbres son limitaciones que se imponen a una propiedad en favor de otra, como pueden ser las servidumbres de paso, agua, luz y vista. El gravamen más común es la hipoteca. El comprador del inmueble debe asegurarse que el traspaso se realice libre de anotaciones, embargos y gravámenes.
Las propiedades conllevan una serie de obligaciones con los gobiernos locales como los impuestos territoriales y servicios públicos, los cuales deben ser verificados para cerciorar que la propiedad se encuentre al día.